Preguntas frecuentes sobre testamentos
Última Actualización: Marzo 2025
El derecho sucesorio en el País Vasco tiene particularidades que lo diferencian del resto de España, otorgando al testador mayor libertad en la distribución de sus bienes. Pero, ¿cómo funciona el testamento en esta comunidad? ¿Es obligatorio respetar la legítima? En esta guía, respondemos a las preguntas más frecuentes y te explicamos todo lo que necesitas saber para hacer tu testamento en el País Vasco de forma sencilla y sin complicaciones.
Aquí encontrarás información sobre la normativa vasca en materia de sucesiones, cómo afecta a los herederos y qué pasos debes seguir para garantizar que tu herencia se reparta según tu voluntad.
El testamento en el País Vasco es el documento mediante el cual una persona decide cómo se repartirán sus bienes tras su fallecimiento. Su derecho foral concede mayor libertad testamentaria que el Código Civil español, permitiendo que el testador tenga un control más amplio sobre su herencia.
A diferencia del régimen común, en el País Vasco la legítima solo afecta a un tercio de la herencia, y el testador puede distribuirlo libremente entre sus descendientes. Además, las parejas de hecho inscritas en la comunidad tienen derechos sucesorios similares a los del matrimonio, lo que hace que la planificación testamentaria sea aún más importante.
Otorgar un testamento en el País Vasco es una decisión clave para garantizar que la herencia se distribuya conforme a los deseos del testador. Sin él, los bienes se repartirán siguiendo el orden de sucesión legal, lo que puede generar disputas familiares y un proceso más largo y costoso para los herederos.
El derecho foral vasco ofrece más flexibilidad en la planificación sucesoria que el Código Civil español. En el País Vasco, se pueden otorgar los siguientes tipos de testamento:
Testamento abierto notarial: Es el más utilizado y recomendable, ya que el notario supervisa su legalidad y lo inscribe en el Registro de Últimas Voluntades.
Testamento cerrado: Redactado en secreto por el testador y entregado al notario en sobre cerrado, se abrirá ante un juez tras el fallecimiento.
Testamento ológrafo: Debe estar completamente escrito a mano por el testador, pero tras su fallecimiento debe ser validado judicialmente, lo que puede generar retrasos y costes adicionales.
En el País Vasco, existe además el pacto sucesorio, que permite a una persona distribuir su herencia en vida de forma irrevocable, algo que no está permitido en otras regiones de España. Esta opción puede ser ventajosa para quienes deseen planificar su sucesión con antelación.
Dado que la legislación vasca otorga mayor flexibilidad testamentaria, lo más recomendable es elegir un testamento abierto notarial o considerar un pacto sucesorio en casos específicos.
Para que un testamento sea válido y refleje fielmente la voluntad del testador, debe incluir ciertos elementos esenciales. A continuación, te explicamos las secciones clave que debe contener:
1. Encabezado: Indica claramente que el documento es un testamento, asegurando su validez legal.
2. Datos Personales: Incluye el nombre completo, DNI, estado civil y domicilio del testador, garantizando su identificación.
3. Declaración de Voluntad: Explicación detallada de cómo se repartirán los bienes y derechos tras el fallecimiento.
4. Designación de Herederos: Nombres de las personas que recibirán la herencia, con detalles sobre su porcentaje o bienes específicos.
5. Albacea (opcional): Nombramiento de una persona de confianza encargada de velar por el cumplimiento del testamento.
6. Legados Específicos (opcional): Asignación de bienes concretos, como propiedades, dinero o pertenencias, a personas determinadas.
7. Instrucciones Finales (opcional): Disposiciones adicionales, como preferencias para el funeral o deseos personales.
8. Fecha y Firma: Firma del testador y fecha de redacción del documento, requisito indispensable para su validez.
El testamento es una herramienta clave para planificar el futuro de tus bienes y evitar conflictos entre herederos. En Chau podemos ayudarte a garantizar que cumpla con todos los requisitos legales.
El sistema sucesorio vasco ofrece más libertad que el régimen general del Código Civil. En el País Vasco, la legítima se reduce a un tercio de la herencia, pero el testador puede distribuirlo libremente entre sus herederos forzosos sin necesidad de dividirlo en partes iguales. Esto permite beneficiar a un hijo sobre otro sin justificación adicional.
Si no hay descendientes, la legítima corresponde a los ascendientes, y si tampoco los hay, el cónyuge o pareja de hecho inscrita en el registro tiene derechos sucesorios. A diferencia del régimen general, la desheredación en el País Vasco puede ser más flexible, ya que la ley no impone un reparto obligatorio igualitario.
Cuando una persona fallece, su patrimonio debe ser distribuido entre sus herederos. Para ello, existen dos procesos principales: el testamento y la declaración de herederos. Aunque ambos tienen el mismo objetivo, que es determinar quién recibe la herencia, funcionan de manera muy diferente.
El testamento es un documento legal que una persona redacta en vida para expresar su voluntad sobre el reparto de sus bienes tras su fallecimiento. Es la forma más segura y efectiva de evitar conflictos y de garantizar que la distribución se haga de acuerdo con los deseos del testador. Para que tenga validez, debe cumplir con los requisitos establecidos por la ley y, en la mayoría de los casos, se realiza ante notario. Una vez firmado, queda registrado en el Registro de Últimas Voluntades, lo que permite a los herederos localizarlo con facilidad cuando sea necesario.
Por otro lado, la declaración de herederos es un trámite que se realiza únicamente cuando la persona fallece sin haber hecho testamento. En este caso, la ley establece el orden de sucesión y determina quiénes son los herederos legítimos. Si los herederos son descendientes, ascendientes o el cónyuge, el proceso se lleva a cabo en una notaría, pero si no existen familiares directos, debe tramitarse en un juzgado, lo que puede hacer que el procedimiento sea más largo y costoso.
La principal diferencia entre ambos mecanismos es quién decide la distribución de los bienes. En el testamento, es el fallecido quien establece cómo se reparte su patrimonio, mientras que en la declaración de herederos es la ley la que determina el orden de sucesión. Esto puede generar situaciones no deseadas, como que ciertos bienes pasen a familiares con los que el fallecido no tenía relación o que se produzcan disputas entre los herederos.
Hacer testamento permite simplificar el proceso sucesorio, reducir costes y evitar largos trámites judiciales. Además, otorga al testador la libertad de decidir sobre la parte de su patrimonio que puede distribuir libremente, respetando siempre la legítima de los herederos forzosos. En cambio, cuando no hay testamento, los herederos deberán afrontar un procedimiento más complejo, que puede prolongarse durante meses y generar gastos adicionales.
Si bien la declaración de herederos es una herramienta necesaria en ausencia de testamento, la mejor opción es planificar la herencia con antelación. Contar con un testamento garantiza que la voluntad del fallecido se cumpla y evita problemas legales a los herederos. Acudir a un notario para formalizarlo es un trámite sencillo y accesible que ofrece seguridad y tranquilidad a las familias.
El Derecho Civil Vasco otorga mayor libertad en la planificación sucesoria, pero si no hay testamento, la herencia se reparte así:
Hijos y descendientes: Heredan en primer lugar y por partes iguales.
Cónyuge o pareja de hecho: Si hay descendientes, el cónyuge o pareja de hecho tiene derecho al usufructo de la herencia. Si no hay descendientes, hereda en pleno dominio.
Ascendientes: En ausencia de descendientes y cónyuge, los padres o abuelos del fallecido heredan la totalidad del patrimonio.
Hermanos y sobrinos: Si no hay descendientes, ascendientes ni cónyuge, la herencia se reparte entre los hermanos del fallecido.
Gobierno Vasco: Si no hay herederos en los grados anteriores, la herencia pasa a la comunidad autónoma.
Las parejas de hecho registradas tienen los mismos derechos sucesorios que los cónyuges en el País Vasco, lo que las diferencia de otras comunidades.
Sí, en el País Vasco cualquier persona puede modificar o revocar su testamento cuantas veces lo desee mientras conserve su capacidad legal. El testamento no es un documento inamovible, sino que puede adaptarse a los cambios en la vida del testador, como matrimonios, divorcios, nacimientos de hijos o modificaciones en el patrimonio.
Para modificar un testamento, la forma más segura es otorgar uno nuevo ante notario. En el momento en que se firma un testamento posterior, el anterior queda automáticamente revocado, salvo que se indique lo contrario. No es necesario anular expresamente el documento previo, ya que la ley establece que el testamento más reciente es el único válido.
Si el testador quiere realizar pequeños cambios sin redactar un testamento completamente nuevo, puede hacer un codicilo, que es un documento en el que se añaden, modifican o eliminan disposiciones sin alterar el resto del testamento original. Sin embargo, esta opción es menos común y solo se recomienda en casos específicos.También es posible revocar completamente un testamento sin sustituirlo por otro, pero en ese caso, la herencia se regirá por las normas de la sucesión intestada, lo que significa que la ley determinará quiénes son los herederos y cómo se repartirán los bienes.
Modificar o revocar un testamento es un procedimiento sencillo que se realiza ante notario y tiene un coste asequible. Dado que las circunstancias personales y económicas pueden cambiar con el tiempo, es recomendable revisar el testamento periódicamente para asegurarse de que sigue reflejando la voluntad del testador y evitar problemas en el futuro.
Para que un testamento sea válido en el País Vasco, debe cumplir con una serie de requisitos legales que aseguren su autenticidad y eviten posibles impugnaciones. La mejor manera de garantizar su validez es otorgarlo ante notario, ya que esto proporciona seguridad jurídica y reduce el riesgo de que sea declarado nulo.
Uno de los requisitos fundamentales es que el testador tenga capacidad legal en el momento de redactarlo. Esto significa que debe ser mayor de 14 años (o 18 en algunos casos según la legislación foral) y encontrarse en pleno uso de sus facultades mentales. Si existen dudas sobre la capacidad del testador, el testamento podría ser impugnado en el futuro.
También es crucial que el testamento respete la legítima, que es la parte de la herencia reservada por ley para los herederos forzosos, como hijos, padres o cónyuge. Un testamento que incumpla esta norma podría ser anulado parcial o totalmente si un heredero impugna la distribución de bienes.
La forma en la que se redacta el testamento influye en su validez. El testamento abierto notarial es el más seguro, ya que se firma ante notario, quien verifica que el documento cumple con todos los requisitos legales. Además, se inscribe en el Registro de Últimas Voluntades, lo que facilita su localización tras el fallecimiento del testador. En cambio, los testamentos ológrafos (escritos a mano por el testador) pueden ser impugnados con mayor facilidad si presentan errores formales o si existen dudas sobre su autenticidad.
Para evitar problemas, es recomendable que el testamento sea claro y preciso, evitando ambigüedades que puedan generar conflictos entre los herederos. También se puede incluir un albacea, que es una persona encargada de velar por el cumplimiento de las disposiciones testamentarias y gestionar la herencia según lo estipulado.
En definitiva, la mejor forma de garantizar la validez de un testamento es redactarlo con asesoramiento profesional, firmarlo ante notario y asegurarse de que cumple con todas las exigencias legales. De este modo, se evita que pueda ser impugnado y se garantiza que la voluntad del testador se cumpla sin complicaciones.
Otorgar un testamento ante notario es la forma más segura y sencilla de asegurar que tu última voluntad se cumpla sin complicaciones legales. A continuación, te explicamos los pasos clave del proceso:
1. Selecciona un Notario: Puedes acudir a cualquier notario en el País Vasco para hacer tu testamento. No es necesario que sea en tu lugar de residencia. Si tienes dudas sobre cuál elegir, puedes consultar el Colegio Notarial de tu comunidad autónoma.
2. Redacción del Documento: El notario redactará el testamento según tus instrucciones, asegurándose de que cumple con la normativa legal. Luego, te lo leerá en voz alta para confirmar que todo está reflejado correctamente.
3. Firma: Si todo es correcto, firmarás el testamento en presencia del notario. Desde ese momento, el documento queda formalmente otorgado y adquiere plena validez legal.
4. Registro: El notario inscribirá el testamento en el Registro General de Actos de Última Voluntad, lo que permitirá que, tras tu fallecimiento, tus herederos puedan solicitar una copia oficial. El original quedará guardado en la notaría para evitar pérdidas o manipulaciones.
Para hacer un testamento, solo necesitas reunir una documentación básica.
1. Documento de identidad: Debes presentar tu DNI o NIE vigente para acreditar tu identidad ante el notario.
2. Datos de los herederos: Es recomendable llevar el nombre completo y DNI de las personas que serán beneficiarias de tu testamento. Si designas herederos menores de edad o personas con discapacidad, también puedes incluir instrucciones sobre su tutela o administración de bienes.
3. Estado civil y régimen matrimonial: Si estás casado, es importante informar al notario sobre tu régimen económico matrimonial, ya que esto influye en la disposición de los bienes gananciales.
4. Escrituras o información de bienes específicos: Si deseas repartir propiedades, cuentas bancarias o bienes concretos, puedes facilitar documentos que los acrediten para que el notario los refleje con exactitud.
Otorgar un testamento ante notario es un trámite rápido. En la mayoría de los casos, se completa en una sola visita y no toma más de 30 minutos.
El notario redacta el testamento conforme a la voluntad del testador y lo lee en voz alta para asegurarse de que todo es correcto. Si el testador está conforme, se firma en ese mismo momento y queda registrado.
Una vez firmado, el notario lo inscribe en el Registro de Últimas Voluntades, lo que facilita su localización tras el fallecimiento.
Si en el futuro deseas modificarlo, puedes hacerlo otorgando un nuevo testamento, que automáticamente dejará sin efecto el anterior.
Hacer un testamento online es una opción cada vez más popular debido a su comodidad y eficiencia. Aquí te explicamos los pasos para hacerlo:
1. Registro en una Plataforma Online: Crea una cuenta en una plataforma confiable que ofrezca servicios de redacción de testamentos.
2. Completa el Formulario: Proporciona tus datos personales, inventario de bienes y detalles sobre cómo deseas distribuir tus bienes.
3. Asesoramiento Legal: Muchas plataformas ofrecen la revisión del documento por parte de un abogado o notario para asegurar que cumpla con todas las formalidades legales.
4. Revisión y Confirmación: Revisa el borrador del testamento para asegurarte de que todo esté correcto y haz las modificaciones necesarias.
5. Firma Presencial: Aunque el proceso es mayormente online, la firma debe realizarse ante un notario para que el testamento tenga validez legal.
6. Registro del Testamento: El testamento se registra en el Registro General de Actos de Última Voluntad, asegurando su conservación y acceso futuro.
Sí, un testamento online tiene la misma validez legal que uno tradicional siempre y cuando sea firmado ante un notario y cumpla con todos los requisitos legales.
Redactar un testamento puede parecer complicado, pero aquí tienes una guía rápida:
1. Encabezado: Especifica que el documento es tu testamento.
2. Datos Personales: Incluye tu nombre, DNI, y otros datos identificativos.
3. Declaración de Voluntad: Describe cómo deseas que se distribuyan tus bienes.
4. Designación de Herederos: Nombra a los beneficiarios de tus bienes.
5. Albacea: Designa a una persona de confianza para ejecutar tus deseos.
6. Legados Específicos: Incluye cualquier donación particular.
7. Instrucciones Finales: Cualquier otra disposición o instrucciones para el funeral.
8. Firma y Fecha: Firma el documento y asegúrate de incluir la fecha.
Ambas opciones son válidas y tienen sus ventajas:
Testamento Online: Es más conveniente y rápido, permite hacer gran parte del proceso desde casa y puede ser más económico.
Testamento en Notaría: Ofrece una mayor sensación de seguridad y permite una supervisión directa por parte del notario durante todo el proceso.
La elección depende de tus necesidades y preferencias personales.
La firma del testamento dependerá del tipo de testamento que se otorgue.
En el testamento abierto notarial, el más común, solo el testador y el notario deben firmarlo. No se requieren testigos salvo en casos especiales, como cuando el testador no sabe o no puede firmar, o si presenta dificultades para expresarse con claridad.
En el testamento ológrafo, que es escrito a mano por el testador, no es necesaria la firma de un notario ni testigos en el momento de su redacción. Sin embargo, tras el fallecimiento, los herederos deben presentarlo ante un juez para su validación. En el testamento cerrado, el testador entrega el documento en sobre cerrado al notario y declara que su voluntad está dentro. Se requiere la firma de tres testigos, además del notario, para certificar la entrega.
Para evitar complicaciones, lo más recomendable es hacer un testamento abierto notarial, que ofrece la mayor seguridad jurídica y evita trámites adicionales.
El Registro de Últimas Voluntades es un organismo oficial donde se inscriben los testamentos otorgados ante notario en el País Vasco. Su función es permitir a los herederos saber si la persona fallecida dejó testamento y ante qué notario se encuentra.
Cuando alguien fallece, los herederos deben solicitar un certificado de últimas voluntades, que les confirmará si existe testamento y en qué notaría se firmó. Este documento se pide pasados 15 días desde el fallecimiento y se puede solicitar online, por correo o presencialmente en el Ministerio de Justicia.Si hay testamento, los herederos pueden dirigirse a la notaría correspondiente para obtener una copia autorizada.
Si no hay testamento, deberán iniciar una declaración de herederos abintestato para que la ley determine el reparto de la herencia.
Este registro es clave para evitar confusiones y garantizar que la voluntad del fallecido se respete.
El testamento es el documento donde expresas tus deseos sobre la distribución de tus bienes. El certificado de últimas voluntades es un documento que acredita si una persona ha dejado testamento y ante qué notario se encuentra depositado.
Cuando una persona fallece, sus herederos deben iniciar el proceso de apertura de la herencia para poder acceder a los bienes y repartirlos según lo estipulado en el testamento o en la ley.
El primer paso es obtener el certificado de defunción y el certificado de últimas voluntades. Este último confirma si la persona fallecida dejó testamento y en qué notaría se encuentra.
Si hay testamento, los herederos deben acudir a la notaría correspondiente para obtener una copia autorizada y proceder con la adjudicación de la herencia. En caso de que no haya testamento, será necesario tramitar una declaración de herederos ante notario o, si no hay familiares directos, en un juzgado.
Una vez identificados los herederos, se lleva a cabo la firma de la escritura de aceptación y reparto de herencia, en la que se adjudican los bienes. Para ello, será necesario liquidar impuestos como el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y, si hay inmuebles, la plusvalía municipal.
Finalizados estos trámites, los herederos podrán disponer libremente de los bienes heredados.Hacer testamento facilita enormemente este proceso y evita retrasos y complicaciones innecesarias.
Un testamento establece cómo se deben distribuir los bienes del testador. Una declaración de herederos se utiliza cuando alguien fallece sin testamento y se necesita identificar a los herederos legales.
Si una persona ha fallecido y no sabes si dejó testamento, lo primero que debes hacer es solicitar el certificado de últimas voluntades. Este documento confirma si existe un testamento y en qué notaría se encuentra.
Para solicitarlo, necesitas el certificado de defunción del fallecido y abonar una tasa administrativa. Puedes hacerlo de manera online o presencial en el Ministerio de Justicia.
Si el certificado indica que hay testamento, deberás acudir a la notaría correspondiente para obtener una copia. Solo podrán solicitarla los herederos directos o personas con interés legítimo.
Si no hay testamento, la herencia se tramitará a través de una declaración de herederos abintestato, proceso que requiere reunir documentación y, en algunos casos, testigos.
Por ello, es recomendable hacer testamento para facilitar el proceso a los familiares y evitar trámites innecesarios.
El testamento es una herramienta legal esencial para organizar la herencia y evitar problemas en el futuro. A pesar de su importancia, muchas personas no lo hacen por desconocimiento o por creer que es un trámite costoso. Sin embargo, en el País Vasco, hacer un testamento ante notario es un procedimiento económico y accesible.
El precio de un testamento notarial varía en función de la complejidad del documento y de la notaría en la que se realice. En términos generales, el coste de un testamento abierto notarial, el más habitual, oscila entre 60 y 100 euros.
Algunos factores que pueden incrementar el precio son:
- La inclusión de cláusulas complejas, como fideicomisos o nombramiento de albaceas.
- La necesidad de asesoramiento adicional o redacción de disposiciones especiales.
- Solicitud de copias adicionales del testamento.
A pesar de estos posibles añadidos, el testamento sigue siendo una de las formas más asequibles de garantizar la seguridad jurídica de la herencia.
El coste de hacer un testamento online en el País Vasco varía según la plataforma y los servicios incluidos. En general, oscila entre 40 y 200 euros, dependiendo de si solo se genera el documento o si también incluye asesoramiento legal. Los servicios más económicos permiten crear un testamento mediante formularios automatizados, mientras que los más completos ofrecen revisión por abogados y orientación personalizada. Sin embargo, si el testamento requiere validación notarial, habrá que acudir a un notario y pagar entre 50 y 80 euros adicionales.
Es importante tener en cuenta que un testamento online, por sí solo, no tiene validez legal. Para que sea efectivo, debe cumplir los requisitos legales: un testamento ológrafo debe estar escrito de puño y letra por el testador y validarse tras su fallecimiento, mientras que un testamento abierto notarial debe firmarse ante notario y registrarse en el Registro de Últimas Voluntades.
El coste de notarizar un testamento en el País Vasco varía en función de la complejidad del documento y la notaría elegida, pero en general oscila entre 50 y 80 euros. Este precio está regulado por los aranceles notariales y cubre la redacción, firma y registro del testamento en el Registro General de Actos de Última Voluntad.Si el testamento incluye cláusulas complejas, como la designación de albaceas, legados específicos o instrucciones detalladas, el precio puede incrementarse ligeramente.
Además, si se solicitan copias autorizadas, cada una puede costar entre 5 y 15 euros. Pese a estos costes adicionales, hacer un testamento notarial es la opción más segura y recomendable, ya que evita impugnaciones y facilita la gestión de la herencia para los herederos.
El testamento ológrafo es aquel que una persona redacta de su puño y letra sin necesidad de acudir a un notario. En principio, puede parecer una opción más económica, ya que no conlleva el pago de honorarios notariales en el momento de su redacción.
Sin embargo, optar por esta alternativa tiene importantes desventajas económicas a largo plazo. Tras el fallecimiento del testador, los herederos deberán presentarlo ante un juez para su validación, lo que implica gastos en trámites judiciales, abogados y peritajes caligráficos en caso de que surjan dudas sobre su autenticidad.
Además, los testamentos ológrafos tienen un mayor riesgo de ser impugnados o declarados nulos si no cumplen con los requisitos legales. En muchos casos, los herederos terminan gastando más dinero en validar el testamento que lo que habría costado un testamento notarial desde el inicio.
Por ello, aunque hacer un testamento ológrafo puede parecer una forma de ahorrar, el testamento abierto notarial sigue siendo la opción más segura y, a la larga, más económica.
No. Firmar un testamento no genera la obligación de pagar el Impuesto de Sucesiones, ya que este tributo solo se aplica cuando se recibe una herencia.
El coste de otorgar un testamento se limita a los honorarios notariales, que suelen estar entre 50 y 80 euros. En cambio, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones se paga tras el fallecimiento del testador, cuando los herederos aceptan la herencia.
El importe del impuesto varía según la Comunidad Autónoma y la relación entre el fallecido y el heredero. Existen bonificaciones y reducciones fiscales para familiares directos, lo que en algunos casos puede minimizar o incluso eliminar la carga impositiva. Prueba nuestra calculadora de impuestos sobre sucesiones en País Vasco para conocer tus impuestos.
Por lo tanto, hacer testamento no implica el pago de impuestos, sino que simplemente organiza el reparto de bienes y facilita los trámites para los herederos.
Cuando una persona fallece, los herederos deben gestionar una serie de trámites legales y fiscales antes de poder disponer de la herencia. Los principales costes asociados a este proceso incluyen:
1. Impuesto de Sucesiones y Donaciones: depende de la Comunidad Autónoma y del parentesco con el fallecido. En algunos casos, los herederos directos pueden beneficiarse de bonificaciones.
2. Plusvalía municipal: se aplica a los inmuebles heredados y varía según el ayuntamiento donde se ubiquen.
3. Gastos notariales: para la escritura de aceptación de herencia, que puede oscilar entre 150 y 400 euros, dependiendo del valor de los bienes.
4.Honorarios de abogados o gestores: si se requiere asesoramiento adicional, los costes pueden aumentar.Hacer un testamento en vida ayuda a reducir los gastos y tiempos de tramitación de la herencia, facilitando el proceso a los herederos.
En el País Vasco, la legislación sucesoria otorga más libertad al testador en comparación con el régimen general del Código Civil español. Sin embargo, sigue existiendo la figura de los herederos forzosos, quienes tienen derecho a recibir una parte mínima del patrimonio del fallecido, conocida como legítima.
A diferencia del Derecho Común, donde la legítima representa dos tercios de la herencia, en el País Vasco la legítima equivale a solo un tercio de la herencia. Además, el testador tiene la potestad de distribuir este tercio de manera equitativa entre sus descendientes o beneficiar a unos sobre otros.
La herencia en el País Vasco se divide en dos partes:
Legítima (un tercio de la herencia): Debe repartirse obligatoriamente entre los herederos forzosos, pero el testador puede distribuirlo como prefiera entre ellos.
Libre disposición (dos tercios de la herencia): El testador puede decidir cómo repartir esta parte sin restricciones.
Si no hay descendientes, la legítima corresponde a los ascendientes (padres o abuelos). En caso de que tampoco existan ascendientes, el cónyuge viudo o la pareja de hecho inscrita tiene derechos hereditarios, aunque con ciertas particularidades que dependen del régimen económico matrimonial o patrimonial de la pareja.
Hacer testamento en el País Vasco permite al testador organizar su herencia de una manera más flexible que en otras comunidades, favoreciendo a determinados herederos o legando bienes a personas no familiares sin que ello genere problemas legales.
La legítima es la parte de la herencia que la ley protege para ciertos herederos, sin que pueda ser eliminada por el testador. En el País Vasco, esta legítima representa solo un tercio de la herencia, y a diferencia del Derecho Común, el testador tiene la facultad de distribuir este tercio libremente entre sus herederos forzosos.
Los herederos forzosos en el País Vasco son:
- Hijos y descendientes: Tienen derecho a la legítima, pero el testador decide cómo repartir ese tercio entre ellos.
- Padres y ascendientes: Solo tienen derecho a la legítima si no hay descendientes.
- Cónyuge viudo o pareja de hecho: No es heredero forzoso, pero tiene derecho al usufructo de parte de la herencia.
La normativa del País Vasco otorga más margen al testador para decidir cómo organizar su sucesión. En comparación con otras comunidades:
- En Cataluña, la legítima también es del 25%, pero el cónyuge viudo solo recibe el usufructo de una parte de la herencia.
- En Navarra, la legítima no existe, permitiendo total libertad al testador.
- En el Derecho Común, la legítima es de dos tercios, lo que deja menos margen para distribuir la herencia libremente.
Gracias a esta mayor flexibilidad en la distribución del patrimonio, el testador en el País Vasco puede favorecer a determinados herederos sin necesidad de estrategias legales complejas.
La mejora es una figura legal que permite al testador beneficiar a uno o varios de sus herederos forzosos, asignándoles una mayor parte de la herencia sin afectar la legítima de los demás.
En el País Vasco, la legítima equivale a solo un tercio de la herencia, y el testador tiene total libertad para repartir este tercio entre sus descendientes según su criterio. Esto permite dar preferencia a unos herederos sobre otros sin necesidad de recurrir a complejas estrategias sucesorias.
Algunas formas de aplicar la mejora en el País Vasco incluyen:
- Favorecer a un hijo con necesidades especiales.
- Premiar a un heredero por su dedicación y cuidado del testador.
- Asegurar la continuidad de un negocio familiar, asignándolo a un heredero concreto.
El testamento es la mejor herramienta para personalizar la distribución de la herencia y garantizar que los bienes se repartan conforme a la voluntad del testador sin generar conflictos legales.
No completamente, ya que la ley protege a los herederos forzosos garantizándoles el tercio de la legítima. Sin embargo, como el testador puede distribuir este tercio entre los herederos según su criterio y los otros dos tercios son de libre disposición, es posible beneficiar a una persona en particular de manera significativa.
Opciones disponibles en el País Vasco para favorecer a un heredero específico:
- Distribuir los dos tercios de libre disposición a favor de una sola persona.
- Asignar la totalidad del tercio de la legítima a un solo heredero dentro del grupo de herederos forzosos.
- Establecer legados específicos, otorgando bienes concretos a la persona deseada.
Si el testador desea excluir a un heredero forzoso, solo puede hacerlo por causas justificadas, como maltrato, abandono o delitos graves. En caso de impugnación, un juez evaluará la validez de la desheredación.
El estado civil del testador tiene un impacto directo en los derechos hereditarios de su pareja.
Si el testador está divorciado o separado legalmente, su ex cónyuge no tiene derecho a heredar, salvo que en el testamento se indique expresamente.
Si el testador tiene pareja de hecho inscrita en el Registro de Parejas de Hecho del País Vasco, esta tiene derechos sucesorios similares a los del cónyuge en lo que respecta al usufructo de la herencia, siempre que no exista testamento que disponga otra cosa.
Si el testador no hace testamento, la pareja de hecho recibirá una parte de la herencia conforme a la ley, pero si el testador desea asignarle bienes concretos o asegurar su posición, es recomendable hacer testamento y establecerlo explícitamente.
Cuando hay varios herederos, la herencia puede dividirse de dos maneras:
Partición amistosa:
- Los herederos acuerdan la distribución de los bienes sin necesidad de intervención judicial.
- Se formaliza mediante escritura notarial.
- Es la opción más rápida y económica.
Partición judicial:
- Si no hay acuerdo, un juez interviene para repartir la herencia.
- Se designa un contador-partidor que valora los bienes y establece su distribución.
- Es un proceso largo y costoso.
Para prevenir conflictos, el testador puede incluir en su testamento la figura del contador-partidor, quien se encargará de distribuir los bienes conforme a sus deseos, evitando disputas entre los herederos.
Sí, cuando una persona fallece, sus herederos no solo reciben sus bienes, sino también sus deudas. Sin embargo, existen opciones para gestionar la herencia y evitar problemas económicos:
Aceptar la herencia pura y simplemente, lo que implica recibir tanto los bienes como las deudas sin límite de responsabilidad.
Aceptar la herencia a beneficio de inventario, lo que permite pagar las deudas del fallecido solo con los bienes heredados, sin comprometer el patrimonio personal de los herederos.
Renunciar a la herencia, si las deudas superan los bienes, evitando asumir responsabilidades económicas.
En el País Vasco, la aceptación a beneficio de inventario es la opción más recomendable, ya que protege a los herederos de posibles deudas desconocidas.
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